¿Hay una fórmula que lo prueba?

El título es el resultado de la lectura del artículo El día más feliz del año está muy cerca…, de Robert Matthews. Es una delicia y denuncia  lo que en otras veces hemos hablado: el mal uso de las matemáticas, un incontenible deseo de buscar  en una fórmula una justificación de deseos poco cuantificables.  Entre los ejemplos, nos muestra el de la economía.

Todo muy divertido, pero el lado negativo de utilizar fórmulas para engañar llega cuando sus creadores se enredan también.

Las víctimas más prominentes de este fenómeno son los economistas, que durante décadas han construido modelos matemáticos cada vez más complejos sobre cómo funciona la economía.

¿Qué opináis?

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