Recientemente leí sobre la futura vuelta a la pantalla de Danica McKellar, a pocos os dirá algo ese nombre, sin embargo el de su personaje Winnie Cooper en la serie «Aquellos maravillosos años» seguro que sí. Muchos vivimos las andanzas de la pareja de adolescentes que relataban a modo «Cuéntame» (esta es más una versión de la americana), los años de 1968 a 1973 de una familia americana. Seguro que lo que más recordáis, ahora, pasado el tiempo, es la banda sonora, incluida la versión de Joe Cocker de la canción de los Beatles «With a Little Help from My Friends».
La lectura no hubiese pasado de las primeras lineas si no es por la dedicación profesional de Danica al terminar la serie: estudió matemáticas en la Universidad de California, graduándose cum laude en 1998, siendo coautora de un trabajo con un teorema con su nombre: Teorema Chayes-McKellar-Winn. El mismo Terence Tao habló de él y de la afición que cultivó Danica por la escritura(“Math Doesn’t Suck”, and the Chayes-McKellar-Winn theorem).
Si, «MATH DOESN’T SUCK» (2007) es el primer libro en el que plasmó su interés por la enseñanza de las matemáticas en niños de 9 a 12, al que siguió «KISS MY MATH» de pre-álgebra(como les gusta llamar a los americanos) para no tan niños de 11 a 13, y continuó con dos atrayentes títulos para los comienzos de la adolescencia «HOT X: ALGEBRA EXPOSED» y GIRLS GET CURVES: GEOMETRY TAKES SHAPE, quizás con reminiscencias de su etapa de actriz.
No es la única actriz que tras las bambalinas ha realizado una carrera en matemáticas, en España tenemos a Sofía Nieto, que de ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’ pasó a licenciarse con un premio extraordinario por la Univerdad Autónoma de Madrid (UAM), donde trabaja y se doctora actualmente.
Quizás la lista sea mucho más larga de lo que imaginamos, particularmente no conozco más nombres. Siempre que me han preguntado por este tema recuerdo el mismo: Hedy Lamarr. Considerada uno de los iconos de la belleza del Hollywood de oro, protagonizó entre otras «Sansón y Dalila» (1949), y renunció a protagonizar «Luz de Gas» y «Casablanca». Estudió ingeniería en su juventud, dejándola por el teatro, actividad que utilizó posteriormente para inventar la primera versión del espectro ensanchado (este invento constituye de por sí una auténtica película de espionaje durante la Segunda Guerra Mundial, que ella protagonizó fuera del celuloide).
Con esta entrada damos comienzo a nuestra aportación para la edición 3.14159265 del Carnaval de Matemáticas.