elmundo.es — El príncipe de las mareas

newton-mareasEl pasado 12 de julio, Ángel Díaz, publicó, en elmundo.es, una excelente entrada: El príncipe de las mareas. No, no hace referencia a la película de Barbra Streisand, con la magnifica interpretación de Nick Nolte, se refiere a las mareas producidas en el mar por el influjo de las fuerzas gravitacionales. Aquí es donde el autor nos relata la enésima trifulca que Newton mantuvo con un contemporáneo suyo: John Flamsteed. Cualquiera diría que entre genios es difícil la trifulca: ambos deberían tener razón. Lo que ocurre es la diferencia infinitesinal de la genialidad de Newton respecto de sus compañeros(un eufemismo como diría Newton). Con un añadido: le molestaba tremendamente que los demás no apreciasen su superioridad.

Suerte que Newton no coincidió con el marqués Pierre-Simon Laplace, sino habría mantenido otra gresca: sí, Newton era el príncipe de las mareas, pero Laplace fue el rey. ¿Puede afirmarse que la genialidad de Laplace estaba por encima de la de Newton? Seguro que Laplace no lo podría en duda. De hecho si hoy leyera el artículo diría: «sí, Newton, explicó el por qué de las mareas, yo lo demostré».

La ciencia siempre avanza sobre los andamios que otros han puesto. Laplace como Newton, deberían recordar las palabras que este último parafraseó: «Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura». Bernardo de Chartres (Siglo XII).