En 1643, el físico y matemático, Evangelista Torricelli realizó el experimento que dió ranzón a la existencia de la presión atmósferica, inventando el barómetro de mercurio.
La catenaria es la curva que describe una cadena suspendida por sus extremos, sometida a un campo gravitatorio uniforme.
En sus principios la catenaria se consideraba una curva única, cuyo nombre derivaba del latín catenarius (propio de la cadena).
La mención de «catenaría« aparece por primera vez en una carta de Thomas Jefferson a Thomas Paine, sobre la contrucción de un arco para un puente.
«Ponteulla Vedra Galicia 03». Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
Si colocamos una catenaria invertida podríamos comprobar que es la forma del eje baricéntrico que minimiza las tensiones; lo cual es ideal para el diseño de arcos. Se reconoce, que Robert Hooke fue el primero en darse cuenta de este hecho, y así lo comunicó en la Royal Society en 1671. A decir verdad, comunicó que conocía la curva pero no dijo cuál era, la solución la dejó encriptada en un anagrama:
Lo más probable sería que la deducción de la curva la consiguiese por intuición, durante la reconstrucción de Londres, donde fue el principal colaborador de Sir Christopher Wren.
En el siglo XVII muchos matemáticos se dedicaron a estudiar óptica, buscando conseguir mejores telescopios. Uno de ellos fue el matemático y astrónomo escocés James Gregory.
Los autores manifiestan el éxito de seis años de investigación matemática y una década de datos sobre delincuencia policial, con el resultado de desarrollar un programa que predice tiempos y lugares donde se producirá los delitos graves en un área determinada.
El modelo matemático predijo correctamente los lugares de los crímenes en un 4,7% frente al 2,1% que predecían los analistas humanos.
La Ley nos dice que $$\frac{dT}{dt}=-k(T-T_a)$$
donde $T_a$ es la temperatura ambiente y $k$ una constante de proporcionalidad. Esta ecuación aparece entre los primeros ejemplos de ecuaciones diferenciales, pues su solución es muy sencilla.
Observando vemos que resulta una ecuación diferencial de variables separadas:
$$\frac{dT}{T-T_a}=-kdt,$$ que integrando dará
$$\log|T(t)-T_a|=-kt+c’$$
donde $c’$ es una constante de integración. Esto nos dice que
$$T(t)-T_a=e^{-kt+c’}=ce^{-kt},$$
y, por tanto, $$T(t)=ce^{-kt}+T_a.$$
Conociendo algún valor inicial y la $T_a$ obtenemos la solución particular de cada problema.
Si estudiamos la evolución de las armas de fuego, en particular de los cañones, en el Renacimiento encontramos un empeño en intentar entender cuál era la trayectoria descrita por el proyectil: saberlo implicaba una ventaja frente al adversario.
Una de las principales obras que intentó marcar diferencia fue Nova Scientia de Niccolo Fontana Tartaglia, publicada en 1537 y donde aventura cuál sería la trayectoria, sin que coincidiera en ninguna curva conocida. En este periodo lo más aceptado era que la trayectoria sería como la de las figuras mostradas.
Tendremos que esperar a Galileo para que en su obra, Las dos nuevas ciencias (1638) , de consistencia a la balística y la cinemática que transformó el mundo de las batallas.
Se dice que la revista Comptes Rendus de l’Academie Française limitó los artículos a cuatro páginas, para impedir las enormes producciones que remitía Cauchy. Pero erraron, esa norma sólo sirvió para que Cauchy enviara montones de artículos cortos.
Continuemos con la historia de la geometría analítica. Hablábamos al principio de esta serie que la invención del sistema cartesiano dio pie a la geometría analítica de Descartes. Pero las coordenadas no son propiedad de Descartes. O. Neugebauer indica que Apolonio en su «Conica» hace mención de un punto variable de una sección cónica determinada por dos segmentos rectilíneos, a los que llama abscisa y ordinate. No sólo Apolonio, sino también Nicolas Oresme en su «Tractatus de latitudinibus formarum», publicado en 1361, y reeditado en 1515 en Viena.
Referencia
Fermat. Lines Escardo, Enrique, Revista Historia de las Matemáticas
Ayer hablamos de Descartes y la geometría analítica hoy traemos a Fermat. Para hablar de geometría analítica, que estudia el análisis de las figuras geométricas a partir de un sistema de coordenadas y empleando los métodos del álgebra y el análisis matemático, debemos unir los trabajos de ambos matemáticos. Pero, ¿quién es el primero? Fermat se carteó con Mersenne y con Roberval en 1636, para entonces había escrito «Ad locos planos et solidos isagoge» (Introducción a los lugares planos y sólidos) escrita según Kline en 1629. Como todos conocemos, Fermat no publicaba sus descubrimientos, así que esta obra se publicaría tras su muerte en 1679 en la Varia Opera. Según Kline esta publicación sería anterior a la Geometrie de Descartes publicada en 1637.
Es difícil dar una primacia, pues ambos estaban en contacto mediante las cartas que Mersenne les remitía. Van der Waerden indica que en enero de 1643 fue cuando Fermat envió el tratado sobre los lugares planos y sólidos a su amigo Carcavi. Y en una carta a Mersenne escribe:
He restaurado completamente el tratado «Plane loci» de apolonio. Hace seis años se lo envié a M. Prades … Es cierto que el problema más bonito y difícil, que entonces todavía no había resuelto, no estaba. Ahora el tratado está totalmente completo, y le puedo asegurar que entoda la Geometría no hay nada comparable con esa proposición. 1636
Como observamos anteriores a la obra de Descartes. Pero, que Descartes publicara en 1637 no significa que ese año fuese su concepción.