Jóvenes truncados

Hoy comenzamos una nueva propuesta. Todos los meses os iré planteando un debate, donde exponer nuestras opiniones y poner a examen nuestros razonamientos.

Para iniciarlo me abstendré de recurrir a la típica pregunta: ¿qué matemático ha sido el más grande?, no sea que Gauss se nos enfade. Optaré por limitarme a los jóvenes matemáticos que murieron prontamente.

Todos recordamos a Évariste Galois, a Niels Henrik Abel, o a Srinivāsa Rāmānujan, con una triste realidad en común: murieron siendo muy jóvenes. Galois murió con 21 años; Abel con 27; y Rāmānujan con 33, apenas vivieron para saborear los honores por sus méritos, ni el reconocimiento que otorga la madurez científica. Sin embargo, sus trabajos constituyen eslabones muy importantes de las matemáticas.

Estos tres, no son todos los prometedores jóvenes cuya pronta ausencia nos negó las puertas que nos habrían brindado una larga vida. ¿Qué joven matemático habría tenido el triste honor de morir siendo el más prometedor?

El debate queda abierto para las opiniones.