Vieta en las Historias de Tallemant des Réaux

En los tiempos de Enrique IV, un holandés, llamado Adrianus Romanus, sabio en matemáticas, aunque no tanto como él creía, escribió un libro en el que planteaba un problema para que todos los matemáticos de Europa intentaran resolverlo; además, en una parte de su libro nombraba a todos los matemáticos de Europa, y no había ni un solo francés. Ocurrió poco tiempo más tarde que un embajador de los Estados se encontró con el rey en Fontainebleau. El rey gustó en enseñarle todas las curiosidades, y le mencionaba las gentes notables que había en cada profesión en su reino. «Pero, Sire, le dijo el embajador, no tenéis ningún matemático, ya que Adrianus Romanus no menciona a un solo francés en el catálogo que hace». «Al contrario, dijo el rey, tengo un hombre excelente: que vayan a buscar a M. Viète». M. Viète había seguido al consejo, y se hallaba en Fontainebleau; acudió. El embajador había enviado a buscar el libro de Adrianus Romanus. Se le enseñó el problema a M. Viète, que se colocó en una de las ventanas de la galería en la que entonces estaban, y antes de que el rey saliera, escribió dos soluciones con lápiz. Por la noche envió varias soluciones más a dicho embajador, añadiendo que le daría tantas como quisiera, ya que era uno de esos problemas cuyas soluciones son infinitas.

Enlaces de interés

1 comentario

Los comentarios están cerrados.