Cuando el conocimiento se hace pedante

He leído perplejo las afirmaciones de un catedrático en Didáctica. En la entrevista que publica elcorreroweb.es, ante la pregunta ¿No se enseñan bien las Matemáticas? la respuesta fue

El método está totalmente caduco. Los niños tienen que memorizar la tabla de multiplicar, que ahora puede hacer cualquiera con una maquinita. Lo lógico es que el maestro les explique la esencia de sumar y restar, y que las operaciones las haga la calculadora. Perder tiempo en hacer operaciones no tiene sentido hoy en día. ¿Qué sentido tiene aprenderse de memoria la tabla de multiplicar si la máquina lo hace todo? Y las horas que desperdician en eso en la escuelas?

Y no se queda ahí, cómo defenderse de críticas como esta: 

La cuestión no es si es impopular, sino si es lógico. Si te enfrentas con un problema real y no sabes identificar que eso se resuelve haciendo una multiplicación, ¿de qué sirve saberse la tabla de multiplicar? Eso es un absurdo.

Para concluir recurrimos a la manida cuestión de contar el uso: 

¿Cuántas veces has usado tú una raíz cuadrada para resolver un problema de tu vida? Ninguna, ¿verdad? Ni tú, ni el 90% de la gente.

El resto de la entrevista no tiene desperdicio; se conjuga el conocimiento con las ganas de notoriedad; el populismo con la excelencia; la didáctica con la pedantería… Vamos, que si me dicen que las ha dicho un político habría entendido los dislates, pero de la mano de un catedrático en Didáctica por una universidad de prestigio como la deSevilla, me hace replantear donde está el prestigio, o, cuanto menos, a quien llamamos catedrático.

Si analizamos el fondo de la entrevista encontramos un problema inherente a los cambios de épocas, resumido en la frase: "¿por qué lo estamos aprendiendo si no sirve para nada?", que seguirá estando, pues la sociedad cambia más rápida que las metodologías de enseñanza. Pero no podemos por ello abominar de nuestro pasado, ni prescindir de las cualidades que nos trajeron hasta aquí.

Si sólo necesitamos lo funcional, ¿para qué queremos un sistema educativo?, limitémonos a crear autómatas especializados, y, por qué no, vivamos en 1984.

PD: Particularmente, la resolución de un problema matemático me emociona, pero claro, yo soy de ese raro espécimen humano que, como Galileo, ve en las matemáticas el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo.

5 comentarios

  1. Este catedrático, compañero mío de Facultad, habla de cosas que ignora. Como él, trabajo en la Universidad y no en las aulas de Primaria y Secundaria pero basta hablar con los profesores de estos niveles para darse cuenta de que lo que afirma en la base de esta entrevista (los alumnos se rebelan proque en clase encuentran contenidos caducos) es una generalización arbitraria.
    Hay contenidos caducos y otros que no lo son, como el aprendizaje memorístico de las tablas de multiplicar, herramienta fundamental tanto para el aprendizaje de la que llama «esencia» de los problemas (se refiere al conocimiento semántico de los mismos) como sobre todo para la vida cotidiana. ¿Es que el alumno va a estar condenado a llevar la «maquinita» para comprar al supermercado 4 paquetes de un producto y que no le engañen? Es sencillamente absurdo, el atrevimiento de la ignorancia.

  2. Pingback: meneame.net
  3. Hi, for some cause when i location your feed into google reader, it won?t do the job. Are you able to give me the Rss link simply to be certain I?m utilizing probably the most appropriate 1?

Los comentarios están cerrados.