El geógrafo Pedro Nunes y el nonius

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Los historiadores nos cuentan que un gran salto de la navegación se produjo en el siglo XV cuando las naves otomanas dominaban el mar Mediterráneo. Hasta ese momento la navegación tradicional era de cabotaje, como se denominaba a navegar con la costa a la vista. Las técnicas de navegación no permitían alejarse mar adentro.

El resurgir de los textos griegos traídos en los siglos precedentes, hizo reavivar el uso de la trigonometría en navegación. Si a ello aunamos el creciente interés geógrafo y cartógrafo, se produjo un cambio de rumbo en la navegación.

Astrolabio con nonius de Pedro Nunes

Uno de los principales intrumentos de medición era el astrolabio, un instrumento que permitía determinar la posición y la altura de las estrellas sobre la bóveda celesta. Del astrolabio se tiene constancia desde la grecia antigua, aunque no se sabe con certitud su inventor. Algunos autores se lo asignan a Apolonio de Pérgamo. Claudio Ptolomeo describe su contrucción y los musulmanes  lo usaron extensamente.

En el siglo XVI el matemático y geógrafo portugués Pedro Nunes se le ocurrió colocar en el astrolabio una pequeña escala adicional: nació el nonius.

La contribución de Pedro Nunes a la navegación lo llevó a ser uno de los geógrafos más importantes del siglo XVI. A él le debemos la loxodrómica, conocida como la curva de los navegantes de la que nos habló Daniel Martín Reina.

 

Esta entrada participa en la Edición 7.1 del Carnaval de Matemáticas cuyo anfitrión es Tito Eliatron Dixit.