De ruedas a motores

Visitando el El blog de Adrían Paenza leí la entrada De ruedas y troncos. Paenza hace una reflexión sobre objetos circulares como las tapas de alcantarillado y nos enseña la relación entre la geometría de la circunferencia y el uso de los troncos como transporte en la antigüedad: un radio y un ancho constante.

Pero ancho constante y radio… ¿no son equivalentes?
Está claro que los círculos, que tienen radio, tienen también ancho constante.
¿Y al revés? ¿Será cierto que ‘si una figura tiene ancho constante entonces tiene que ser un círculo’?
En otras palabras, ¿serán los círculos las únicas figuras que tienen ancho constante?

No lo son. El triángulo de Reuleaux…, lo prueba.
Cada una de las tres curvas es un arco de círculo cuyo centro está en el vértice opuesto.
El modo de construirla ya da una idea de por qué tiene un ancho constante: puesta a rodar, cada tramo se comporta como un círculo.
Esto permitiría construir troncos no circulares para transporte de objetos.

Este triángulo de Reuleaux me ha hecho recordar el motor rotativo de Wankel, un ingenio que utiliza precisamente las características del triángulo de Reuleaux para su funcionamiento.

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