En una anterior entrada os hablé de Hamilton y uno de sus grandiosos hallazgos: los cuaterniones. Lo curioso es la relación de este hecho con un acto de vandalismo.
Como cuenta la piedra del puente, a Hamilton no se le ocurrió otro sitio donde escribir la fórmula para que no se le olvidase. Quizás veamos exagerado el calificativo, pero cualquier pareja de enamorados así lo describiría al verlo. Por ese motivo, es conveniente seguir los consejos de un profesor, que al ilustrarnos sobre las herramientas más útiles para un doctorando nos exhortaba sobre dos: un lápiz y la servilleta de papel de la cafetería.
Podéis leer la historia completa en Curious quaternions de Helen Joyce
(Esta entrada se incluye en la III Edición del Carnaval de Matemáticas, cuyo anfitrión será el blog Geometría Dinámica)
A mi siempre me intrigó el tema de la navaja con la cual dicen quetalló la piedra. Hoy no creo que muchos matemáticos lleven una…
Pues no había caído en el detalle. Pero puestos a elucubrar, las pelis muestran a los caballeros ingleses de la época fumando el pipa, y utilizaban una navaja para limpiarla.
Es verdad, también el tema de cortar los puros necesitaba algún elemento cortante