Lectiones Geometricae de Isaac Barrow (IV)

 Los genios, a veces, tienen comportamientos extraños respecto de sus estudios, se centran exclusivamente en un problema que no han descifrado, dejando de lado cualquier otro ya resuelto. No digo que este fuese el caso, pero en 1969 Newton es elegido titular de la cátedra lucassiana en sustitución de Barrow y ese extraño desinterés le ocurre a Newton.

La tarea primordial del catedrático era la de impartir determinadas lecciones cada semana y entregar copia de diez de sus conferencias al año a la universidad, y, Newton, recien elegido se lanzó inmediatamente a sus quehaceres de catedrático. Cualquiera pensaría que su primer tema estaría relacionado con las matemáticas, ya que había trabajado en De analysi y en las correcciones de las Lecctiones por petición de Barrow, pero se decide por óptica. Otra vez: ¿por qué?, pues posiblemente por su nueva fijación en la química, la óptica y la teoría de los colores. En su mente vibraban los colores y un telescopio reflectante que le dará fama.

 

Es este año de 1669 cuando Newton repite el experimento que descompone la luz blanca en los colores del espectro del arco iris, para depues recombinar los colores y conseguir la luz blanca de nuevo. Este hito colocaba a Newton a la altura del eminente Hooke, aunque él seguía reticente a publicar ningún trabajo. Sin percatarse, su fama de matemático aumentaba. Consumados matemáticos como John Wallis y James Gregory supieron de sus tímidas exposiciones y se interesaron por ellas. No obstante, Newton mantenía un mutis desesperante.

 

Cualquiera diría que las matemáticas no eran importantes para él, y sobre todo al ver que lo único que le hizo salir de Cambridge fue una petición de la Royal Society para exponer su telescopio. Newton habló de la construcción de un telescopio capaz de aumentar 150 veces y el rumor se extendió hasta la academia. El rumor corrió desde finales de 1669 hasta concretarse formalmente a finales de 1671 y tal fue el impacto causado en los miembros de la academia que en enero de 1972 Newto era elegido miembro de la misma. En ese momento Newton puso más interés en la filosofía natural que en las matemáticas.

 

Newton consigue en 1669 una vida encauzada. La cátedra le supone un sustento permanente y posee amigos influyentes como Isaac Barrow, quien es nombrado, tras dejar la cátedra lucassiana, capellán del rey Carlos II. Qué necesidad hay de enemistarse con Barrow corrigiendo sus Lectiones Opticae que Newton entiende desfasadas, o añadiendo mejores métodos en las Lectiones Geometricae cuando sabe que chocan con el pensamiento de su mentor y posiblemente con el suyo mismo en ese momento de su vida.

 

La consecuencia más lógica es suponer que Newton dejó en manos de Barrow la gloría del descubrimiento. A fin de cuentas, en aquel tiempo, la teoría de los colores y el telescopio era más importantes.